Guante de seda | Un blog de Santiago Agrelo
En ellos, en su hambre y en su sed, en su desnudez y en su soledad, encuentro a mi Dios más humilde si cabe que en el pan de la eucaristía: Dios indigente, Dios necesitado de mí, Dios saliendo a mi encuentro para hacerme rico son su pobreza. Sólo veré pobres: pero en ellos me visitará el Señor del cielo y de la tierra.